Thursday, March 22, 2007

Prometeo y Yo

Prometeo, hijo de una de las Oceánidas, hermano de Atlas, Menecio y Epimeteo. Cuenta entre sus logros haber asistido a Zeus en la lucha contra los Titanes, asistido al mismo Zeus en el parto harto heterodoxo de Atena (La cual broto de la dolorida cabeza de Zeus luego de que Prometeo le asetara una certera pedrada) y ciertamente su obra mas conocida y celebrada, la creación del Hombre de un puñado de Arcilla.

Fue prometeo también quien, dolorido por ver a su creación sufrir en las crudas noches invernales, robó el fuego a los Dioses y lo llevo a la Tierra, iniciando así la era de la Iluminación. Zeus, vengativo y colérico, hizo encadenar a nuestro hacedor en la cima del Monte Cáucaso por Hefesto, y luego mandó a un Águila, hija de los monstruos Equidna y Tifón, a que le devorara el hígado. Siendo el mismo un Titán, y por ende, inmortal, su hígado volvía a crecer cada día, y el águila volvía a devorarlo cada noche...

Este suplicio, según algunas fuentes, había de prolongarse por 30 000 años, pero tras 30 años Prometeo fue rescatado por Hércules, quien mato al águila y libero a Prometeo camino al Jardín de las Hespérides.

Ahora bien, calculo que para esta altura la poca gente que me acompaño hasta este párrafo se debe de estar preguntando que cuernos tiene que ver este simpático recorte de Mitología Clásica con, digamos, cualquier cosa. Bueno, para ustedes, mis fieles lectores, he aquí una explicación.
En las últimas semanas he incurrido en multitud de detalles que son dignos de inmortalizar en este espacio de crónicas inconsecuentes. Desde mi retiro espiritual a Santa Clara con Los Tres Fumados, pasando por la ArchiAluciante y Totalmente Descocante presentación de Rogelio Aguas en River y sin olvidar la Emotiva Performance de The Gathering este Miércoles Pasado. Ahora, se dirán, con tanto material para escribir, por que carajo no me pongo a laburar??

La respuesta, queridos amigos, esta Soplando en el Viento, diría Kansas. O Soplándome la Vela, diría el Negro Caberna. Pero, en efecto, se encuentra en el Titulo. Hace casi una semana que estoy con un dolor indescriptible de estomago, lo cual me saca las ganas de prácticamente todo, incluido respirar. Es por eso mismo que no ha habido actividad reciente en el Blog. Y ahora, si me disculpan, me voy a echar en algún rincón oscuro a rumiar mi dolor, en soledad, mientras afuera llueve. Porque no estaré encadenado a una piedra, pero el Cornudo ese de Prometeo no tiene nada que envidiarme...